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Navidad y/o días especiales, cómo enfrentarlos.




Cuando vamos a tener un hijo, el primer pensamiento que se nos viene a la cabeza es : “Este bebé se va a adaptar a la vida de los papás y no, nosotros a él”. 


A muchos les funciona bien y pueden conservar más o menos la vida como la conocían pero a la mayoría, lo que nos termina pasando es que es una “bombita-bebé de tiempo” que revienta eventualmente y nos damos cuenta de que mientras más ordenados, rutinarios y respetuosos de las necesidades de nuestros hijos somos, su desarrollo físico, emocional y mental fluye mejor, además paradójicamente los adultos recuperamos más rápido nuestras actividades laborales, rutinarias y vida social. 


Ahora, esto no significa que tengamos que sacrificar o vivir alrededor de nuestro hijo de manera inamovible 365 días al año, esto responde a la pregunta frecuente de las mamás que preguntan por nuestros servicios o que ya se graduaron de ellos, sobretodo en estas épocas de fiesta que vienen: ¿no pueden ni un día tener un día diferente? 

  

¡Evidentemente si! Mientras más iguales los horarios diarios sean, más fácil será llevar la estructura de los niños, pero también esto es lo que permite que puedan disfrutar de DÍAS ESPECIALES, o sea, que puedan estar en la cena de Navidad, Año Nuevo, en cierta edad, disfrutar de una pijamada en la cama de los papás o “desvelarse” el puente. 


Recomendaciones para poder conseguir DÍAS ESPECIALES sin implicaciones negativas: 

  

  • Si tiene arriba de 3 años, ya entiende la explicación de que una noche distinta puede ser un evento ocasional. 

  • Si tu bebé es muy chiquito para comprender una noche fuera de lo común, mantén consistencia al otro día, cuidando horarios. 

  • Tips especiales para la noche de Navidad y Año Nuevo o algún festejo que implica desvelo adulto: procura que hagan una siesta extra a media tarde o que la siesta del día sea más larga de lo normal para cerrar un poco los tiempos despiertos, no presiones las cosas, si tu bebé tiene sueño antes, respétalo. 

  • Lleva su objeto de seguridad y desde luego su pijama. Sigue su rutina en la sede de la fiesta lo más apegado su día a día en horario y acciones. 

  • Piensa si va a dormir cómodo un buen rato en su carriola o carga con la cuna de viaje si es que no hay un lugar seguro para dormir a tu bebé durante el tiempo que estés en la fiesta, hasta considera dejarlo a dormir si es casa de algún familiar que regularmente lo invite a quedarse. 

  • Una aplicación o máquina de white noise puede ayudar a aislar el ruido en el resto de la casa y facilitar su sueño. 

  • No olvides un monitor o revísalo frecuentemente, no pierdas de vista que está en un lugar diferente. 

  • Explícale y acompáñalo hasta que se duerma o se quede tranquilo, un espacio que sale del día a día, muchas veces altera e inquieta, dale confianza. 

  • Si el día anterior se desvelaron, tu hijo pasó una pésima noche, regula el comienzo del día siguiente, si no se empezará a acumular el caos, ayúdate de la o las siestas para volver a estructurar tu día y logra acostar a tu niñ@ a su hora habitual. 

  

Recuerda que son noches esporádicas y que esto no empiece a ser una costumbre pues no quieres que al cabo de unas semanas lo que era un día especial se convierta en un problema. 


Disfruten de las fiestas y las vacaciones, no pierdan mucho sus rutinas, horarios, descanen y gocen a su familia. 


¡Les deseamos muy felices fiestas! 

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